Hazlo bien, pero hazlo saber
HAZLO BIEN, PERO HAZLO SABER
Esta máxima la conocen, tanto los estudiantes como los profesionales del mundo de la comunicación. Un concepto que no ha variado en el tiempo pero evidentemente ha evolucionado y permite que muchas empresas apuesten, apostemos, por iniciar caminos para hacer bien las cosas y que se nos conozca por ello.
Hacer bien las cosas es satisfacer al cliente, es superar sus expectativas, es conocer cómo mejorar y ofrecerle una solución. Es decir, hacer el trabajo bien hecho. Es eso, ¿verdad? Pues no.
¿Qué es hacer bien las cosas?
Hacer bien las cosas es mirar al cliente con limpieza pero cuestionándonos su mirada. Adivinar qué le inquieta para ponerle delante de sus pánicos. Conocer qué le apasiona y proponerle agarrarlo, aunque el método le resulte diferente. Y siendo conscientes que un no del cliente, siempre es un no; menos para nosotros.
En definitiva, hacer que nuestro trabajo haga cuestionarse por qué, cómo, quién, para qué. Por eso es tan importante saber a qué queremos jugar, con qué piezas contamos y cómo vamos a jugar.
¿Y cómo lo hacemos saber?
No hay mejor prescriptor de una empresa que ella misma por aquello de cómo van a saber los demás más de mí que uno mismo.
Pues sí, pero normalmente al hablar de uno mismo casi siempre se cae en el exceso de elogios e incluso la condescendencia, aunque lo hacemos “usando palabras sencillas”, como nos ha dicho el de Comunicación.
Siempre hay una pregunta que hacerse antes de “considerarse el centro de la tierra”: ¿cuánto tiempo aguantarías a alguien hablando de sí mismo?
Como es evidente que muy poco, hoy no hablaremos nosotros mismos ni de nuestros servicios de Branded Content, de Story Telling, de Marketing basado en los Valores del Deporte, o de Eventos Experienciales.
Hoy os costamos en una infografía cómo hacemos las cosas y ya nos diréis cómo lo hacemos. Eso sí, si conocéis al alguien que le interese nuestros servicios, no esperéis decídselo y contádnoslo. 😉
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